Sunday, March 22, 2015

Esto está bien hacerlo porque también lo hacen los animales en la naturaleza...

De las mayores sandeces que me ha tocado escuchar en los últimos tiempos, ésta quizás se lleva la palma. Y mira que he escuchado y leído burradas en los últimos tiempos, y en todos los demás también.

Veamos un ejemplo.

La homosexualidad está bien porque también la practican los animales, me escribía el otro día un incauto. No sé cuantas especies, y bla, bla, bla...

Vaya, hombre. Ya podías justificar la homosexualidad de otro modo, pero no así. El argumento se cae por sí solo. Y de tal forma que te advierto de que en muy mal lugar estás dejando la homosexualidad, amigo. ¿Qué te han hecho los gays para que dejes su tendencia sexual en tan mal puesto?

En cambio, no tienen sentido en la conversación común afirmaciones como los humanos hemos violado sexualmente a otros, porque para hacer esto no se necesita ser humano. La respuesta a este razonamiento perogrullesco sería: "-¡Pues claro! Exactamente igual que otros muchos animales..."

Sí, por ejemplo, es posible oír adjudicarse al ser humano en primera persona, actos negativos que otros animales son incapaces de realizar: los seres humanos nos hemos bombardeado atómicamente unos a otros, ya que ingún otro animal puede haber sido autor de este tipo de acciones.

En primer lugar, las mejores cosas que hacemos los seres humanos son precisamente las que no hacen los animales. Aparte del hombre, ningún animal en su estado natural compone sinfonías, ni escribe novelas ni poesía, ni rueda películas, ni pinta cuadros como Velázquez (evidentemente sí como muchos pintores contemporáneos, e incluso mejor, prueba de que el arte ha degenerado hasta la animalidad y hasta por debajo), ni investiga para descubrir medicamentos que le libren de enfermedades, ni descubre teoremas matemáticosni pone satélites artificiales en órbita ni a un congénere en la Luna. En su estado natural, los animales ni siquiera hacen otras cosas más simples como comer con cubiertos, ponerse ropa, conducir tractores, competir deportivamente para superarse a sí mismos, o incluso siquiera hablar. Como colofón a este primer argumento, la religión, tan atacada por muchos, queda pues en buen puesto, puesto que es el hombre la única especie en la que se ha desarrollado como actividad organizada. No sabemos científicamente de ningún otro animal que practique una religión.

En segundo lugar, que las acciones más serviles que hace el ser humano porque tiene obligación para cumplir con su biología son precisamente las que todos los animales se ven obligados a hacer sin ninguna duda. Tenemos obligación de comer, porque si no lo hacemos nos morimos. Por culpa de esto precisamente tenemos obligación de trabajar. La gran mayoría de las miserias humanas nos llegan precisamente como consecuencia de las obligaciones que nos impone nuestra animalidad. Uno sería libre de ser esclavizado si no tuviera que comer o dar de comer a su familia. Muchos males de la Humanidad se evitarían si no hiciera falta comer ni beber. Nuestra animalidad nos obliga también a defecar y orinar, e incluso a perder un tercio o más de nuestra vida durmiendo. Bien pensado, la mayor parte de lo que hacemos como animales es un auténtico desastre.

Y es más: la utilización de la capacidad que cito en el párrafo del primer lugar para servir a acciones del tipo de las que especifico en el párrafo del segundo lugar es lo que convierte al ser humano también en el más terrible de la naturaleza. Nada existe más animal que el miedo o que el prurito por ser el especimen o el grupo tribal dominante. Esto origina las peleas y las guerras, que en nuestra especie conllevan una dimensión excepcionalmente maligna inalcanzable para cualquier otro animal. Esta dimensión maligna consiste en la puesta de lo mejor que puede hacer el ser humano en el nivel material: la técnica, la investigación, al servicio de su animalidad. El terrorismo de cualquier tipo o la guerra NBQ son ejemplos paradigmáticos del sometimiento de lo exclusivamente humano, las ideas y la inteligencia superior, a la esclavitud de la animalidad: el instinto de dominar a los demás, el miedo a ser dominado por los otros. Toma animalismo.

En tercer lugar, que es lo que ya me acabaría de irritar completamente si yo fuera homosexual y escuchara que está bien porque también se da entre animales en su estado natural, resulta que precisamente un gran número de cosas que no debemos hacer son las que se ven en la naturaleza. La naturaleza nos surte de una infinita antología de actos que cometen los animales y que sería abominable que los perpetrásemos las personas. Desde maltrato animal hasta pederastia, pasando por asesinato y violencia (los chimpancés, por ejemplo, son capaces de asesinar por el mero hecho de ascender en su "escala social"), sadismo y tortura por diversión (incluso contra crías, de su propia o de diferentes especies), violaciones, drogadicción, esclavismo, canibalismo (incluso hacia los cachorros), o hasta verdaderas guerras despiadadas, a otras especies o dentro de la misma, como la famosa "Guerra de Gombe" entre chimpancés, muy bien documentada y que duró cuatro años. O a lo mejor sí debemos, según los del argumento que critico, porque esto es lo que nos muestran los animales en su estado natural.

Así pues, ya que entre los animales en su estado natural se observan tantas bestialidades (que para eso son bestias, dicho sea de paso), esto está bien hacerlo porque hay animales que lo hacen así en la naturaleza es precisamente la excusa que nunca debemos dar para justificar nada que hagamos los humanos. Porque, como las personas, según hemos visto más arriba, hacemos mejores cosas como humanos que como animales, a lo mejor resulta que hacer las cosas porque se hacen así en la naturaleza es la mejor justificación para no hacerlas si esto es posible. Pues resulta que los seres humanos, y no así el resto de los animales, tenemos la voluntad, que nos permite hacer o dejar de hacer muchas cosas al contrario de lo que hagan ellos, ya que obran por instinto, obedeciendo simplemente lo que su genética les dicta y sin tener, por tanto, libertad para alterar su conducta.

De todo esto viene que sea perfectamente factible escuchar frases como los humanos hemos llegado a la luna. Lingüísticamente se llama "plural sociativo", y consiste en la implicación afectiva o psicológica del que habla con aquéllos que cometieron la acción, por el hecho de pertenecer todos al mismo grupo (en este caso, la especie Homo sapiens). El mensaje es que para llegar a la luna se necesita ser humano, igualmente que el que habla. Obviamente, nadie es tan tonto como para incluirse a sí mismo en el hecho como protagonista del mismo si es que él en persona no ha estado allí. Y obviamente, la única especie hoy por hoy capaz de generar individuos que puedan utilizar este tipo de plural, es la especie humana.

Otra manera de dejar la falacia en claro, sería dándole la vuelta al argumento. Es decir, si lo que está bien hecho es lo que hacen los animales en la naturaleza, ya que los humanos hacemos cosas que los animales no hacen en la naturaleza estas cosas tendrían que estar mal hechas. Dejemos, pues, de investigar en Medicina y de curar a los enfermos, abandonemos nuestra carrera espacial, no más desfiles de modas ni exposiciones de cuadros, vayámonos a vivir a las cavernas. Dejemos hasta de hablar.

En fin, ¿para qué seguir? Creo que ya es suficiente con esto para entender la estupidez de tan absurdo argumento. Puede usted utilizar las cajas de comentarios para escribir más cosas que se le ocurran que los seres humanos tendríamos que hacer o dejar de hacer si lo que estuviera bien para nosotros es lo que hacen los animales en la naturaleza.

Más información sobre la "animalidad" en los animales:

4 comments:

  1. Hola.

    Dices: "Aparte del hombre, ningún animal en su estado natural compone sinfonías, ni escribe novelas ni poesía, ni rueda películas, ni pinta cuadros como Velázquez (evidentemente sí como muchos pintores contemporáneos, e incluso mejor, prueba de que el arte ha degenerado hasta la animalidad y hasta por debajo), ni investiga para descubrir medicamentos que le libren de enfermedades, ni descubre teoremas matemáticos, ni pone satélites artificiales en órbita ni a un congénere en la Luna."

    Todo eso no lo hacen los miembros de la especie humana, sino ALGUNOS miembros de la especie humana, millones de humanos no tienen capacidad para hacerlo. No caigamos en la falacia ecológica: "Todos los humanos...".

    Saludos.
    David.

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    1. Hola.

      No hay ninguna falacia. Si ves a alguien haciendo una de esas cosas, sabrás que la hace en primer lugar porque es humano, porque no puede ser otra cosa. Aunque no todos los humanos se dediquen a hacerlas. Tampoco todos los elefantes se dedican a hacer lo que hace un elefante en un circo, pero para levantar a la porrista con la trompa hace falta ser elefante porque si no lo eres, evidentemente no tienes trompa.

      Millones de humanos no tienen capacidad para hacerlo pero pueden hacer otras cosas igual de imposibles para cualquier otro ser que no sea el humano, sólo tienen que hallar el sistema de aprendizaje y el ambiente adecuado para desarrollar sus capacidades genéticas. Nadie es exactamente igual que otro.

      Si acaso, falacia la veo en lo que dices tú. ¿Por qué el hecho de que millones de humanos no hagan lo mismo, tiene que significar que no lo hacen porque no tienen capacidad?

      Por lo demás, es curioso que niegues a los seres humanos los argumentos que empleas para defender la inteligencia en animales. Parafraseándote a ti, que el gorila Koko o su congénere Lana hayan llegado a aprender a hacer todo lo que se les atribuye, no debería implicar que miles de miembros de su especie tengan capacidad para hacerlo. Que el número limitado de espécimenes sobre el que han trabajado los zoólogos arroje determinados "coeficientes intelectuales" para diferentes especies, no debería implicar que el resto de millones de los demás espécimenes presenten las mismas características de capacidades... y así sucesivamente.

      Lo que no podemos hacer es tomar las argumentaciones para lo que nos conviene y desecharlas para lo que no. ¿Qué quieres que te diga? Me parece ridículo. A lo mejor es que te he interpretado mal.

      Saludos.

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  2. Creo que es bastante lógico buscar en la naturaleza comportamientos homosexuales, ya que refuta la antigua creencia de que los homosexuales son contrarios a la naturaleza y una corrupción de los comportamientos normales del mundo. Por supuesto, ser natural no significa ser bueno, igual que algo que no es normal tampoco es malo, solo infrecuente.

    La necrofilia, la pedofilia, las enfermedades mentales o, ya en general, las enfermedades son naturales. El bien y el mal son constructos humanos. Comer es natural y es necesario, pero para tener una alimentación equilibrada debemos matar animales o plantas, a pesar de que matar en sí es innegablemente malo. ¿Significa que comer es un mal necesario? Ahí nos topamos con los límites de esas normas morales y debemos de operar de forma práctica para el bienestar general.

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    1. Estás dando un mensaje intrínsecamente contradictorio. Lo normal es lo que se atiene a normas, y no tiene por qué tener nada que ver con lo común, por muy común que le concedamos que suela ser. Si yo te digo: "Fulano murió asesinado", ¿es una respuesta razonable que me contestes "Es normal, hoy muere asesinada mucha gente: sal a la calle y lo verás"? Con esto, lo que quiero decirte es que una situación puede ser corriente, pero no por ello tiene que ser normal. Algo anormal puede ser corriente y común.
      Otro ejemplo: de repente se disparan en todo el mundo los nacimientos con defectos genéticos. Puede volverse muy común este problema, pero no por eso quiere decir que esa gente sea normal. Según tu regla: ¿pasarán entonces a ser anormales los pocos que nazcan sanos, y normales los muchos defectuosos? ¿O no será más bien que lo normal se habrá vuelto infrecuente, y lo anormal frecuente? Precisamente porque esas personas no serían normales ni esa situación, es de suponer que los científicos se preocuparían y estudiarían el caso. Y una vez que se descubriera la causa, se trataría de luchar contra ella para volver a la situación normal. Lo corriente y lo normal no son lo mismo y no se deben confundir.
      Otro ejemplo: en una guerra, el comportamiento común puede ser que la gente se mate una a otra. Entonces ¿el que no mata, ya no está actuando de una manera normal? Más bien yo creo que, al contrario, una guerra es de por sí una situación anormal, y quienes están comportándose de una manera anormal son los muchos que matan; quizás el que no mata sea el único que esté actuando de una forma normal.
      Por otro lado, no sé si en algún momento el texto se mete a discutir el problema del bien y del mal, pero no es esa la intención, ni me parece a mí, como autor, que lo haga. La búsqueda de comportamientos precisamente homosexuales en la naturaleza no es el punto que le interesa al texto, igualmente que no lo es el de buscar cualquier otro tipo de comportamiento. El punto está en utilizar la existencia de cualquier comportamiento en la naturaleza para que nos sirva como disculpa de hacerlo también nosotros. Y el comportamiento homosexual, como tú mismo admites, no se diferencia de cualquier otro en la naturaleza. De modo que, puesto que "la homosexualidad no es contraria a la naturaleza ni una corrupción de los comportamientos normales del mundo", tú mismo la estás poniendo al mismo nivel que "la necrofilia, la pedofilia, las enfermedades mentales o, ya en general, las enfermedades", que, según tú mismo, "son naturales". Luego, tampoco éstas son "una corrupción de los comportamientos normales del mundo". Y añadamos el canibalismo, el asesinato, las violaciones y toda la caterva de barbaridades documentadas en la naturaleza. Justifiquémoslo todo, así. Me parece que siguen siendo desafortunadas tus afirmaciones.

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