Wednesday, July 20, 2016

La "falacia ecológica" II

A vueltas con la falacia ecológica.


Como veíamos en nuestra entrada anterior, tenemos un artículo de Wikipedia que define la falacia ecológica como algo aparentemente distinto a lo que afirma la fuente en la que dice basarse.

Recordemos:


a) de la definición de falacia ecológica que aporta el Diccionario IQB, se desprende como verdad que el hecho de que el agente que causa una enfermedad se encuentre establecido en una población no implica necesariamente que cada individuo que contrae la enfermedad lo haga por esa causa. La falacia consistiría en decir, por ejemplo: "la mitad de los fumadores muere de cáncer de pulmón. Por tanto, quienquiera que contraiga cáncer de pulmón entre los fumadores, lo contraerá por fumar" (cuando es falso, ya que entre los fumadores enfermos puede haber muchos que hayan contraído ese cáncer por otras causas).

b) Sin embargo, el artículo de la Wikipedia no es coherente. Tal y como se explica en el primer apartado, deriva en esta verdad: si en determinado grupo ya encontramos determinado porcentaje de personas enfermas, no podemos afirmar que una persona tomada al azar de ese grupo padezca también la enfermedad por muy grande o pequeño que sea dicho porcentaje. Por ejemplo, la falacia sería así: la mitad de los fumadores muere de cáncer. Por tanto, si tomamos al azar a un fumador cualquiera, seguro que estará enfermo de cáncer. O bien un tópico: Los suecos son rubios en un porcentaje muy alto. Luego, si tomamos un sueco al azar, va a ser que indefectiblemente es rubio.


Irregularidades en la Wikipedia


Sobre dicha definición de la Wikipedia advertimos asimismo una serie de irregularidades. La más llamativa es que trasciende el ámbito de la propia Lógica para sumirse en explicaciones sobre lo convencional y lo moral que no deberían en ningún modo aparecer en un artículo serio sobre el tema. No podemos identificar al grupo con los enfermos de tal enfermedad, se nos viene a decir; y esto lo funde con la supuesta falacia misma, como si tal identificación obedeciera a algún proceso lógico equivocado (que realmente no obedece a ninguno, ni equivocado ni sin equivocarse). Es decir, que habla literalmente de estereotipos, modelos cuyo estudio pertenece a la psicología y no a la lógica, dado que son arbitrarios y convencionales variando ampliamente de acuerdo con la mentalidad y la cultura de quienes los expresan, igual que los significados se asocian a las palabras sin que exista ninguna relación lógica entre el significante y el significado. Para ilustrar la supuesta falacia expone un ejemplo que no se deduce en ninguna lógica a partir de la definición que encima emite sobre lo que es el tema tratado: la mitad de los fumadores muere de cáncer de pulmón, luego la otra mitad de ellos nunca muere; cuando, de acuerdo con lo explicado desde un principio, tal supuesta falacia debería expresarse del modo al que más arriba hemos hecho referencia.

¿Quién tiene razón? ¿Cuál de las dos explicaciones se corresponde con el verdadero concepto de falacia ecológica?

Para dilucidarlo, nos remontamos a los mismos orígenes de la expresión falacia ecológica. Ya sabemos que fue descrita por Thorndike en 1939 y por Robinson en 1950. De modo que, si recurrimos a ellos, podremos encontrar la verdad y zanjar la discusión.

¿Por qué se llama ecológica?


El principio del artículo vinculado lo explica: Los estudios ecológicos se caracterizan por tener como unidad de análisis a las poblaciones, y constituyen una fuente importante y frecuente de información comprobada en salud ambiental.

Copio y pego a renglón seguido la explicación sobre la falacia ecológica que el mismo artículo ofrece:

La falacia ecológica consiste en llegar a conclusiones sobre los individuos con base en datos de la población a la que pertenecen. Su nombre se debe a Selvin, quien en un análisis crítico hecho al trabajo clásico de Durkheim sobre el suicidio, usó el adjetivo "ecológico" para referirse a los datos agrupados. Dicho error aparece cuando un investigador asume que las relaciones entre los diferentes factores considerados en un estudio ecológico, se expresan de igual manera a nivel individual. Por ejemplo, en un estudio ecológico hecho con base en los datos de 120 condados del estado de Kentucky, se encontró una asociación entre la presencia de triazinas en el agua subterránea y la incidencia de cáncer de mama, hallazgo que fue refutado en un estudio de cohorte en 20.824 fumigadores publicado nueve años después, en el cual no se evidenció dicha asociación. Aunque la inferencia causal a partir de datos ecológicos aplicados a nivel individual es insuficiente para configurar una falacia ecológica, pues deben existir datos individuales que la confirmen, resulta una buena práctica el evitar las inferencias causales en niveles de observación diferentes a los analizados.


Por fin, descubierto el tinglado


Esta explicación es bastante confusa, de modo que nos animamos a ir al propio artículo de Thorndike (1939) citado, con la esperanza de que nos arroje algo de luz sobre el tema. Y ciertamente lo hace. Traduzco:

Sobre la falacia de aplicar las correlaciones encontradas en los grupos a las correlaciones entre grupos menores o individuos que componen aquéllos:
Si la correspondencia entre dos rasgos, A y B (pónganse pobreza y delincuencia) en n grupos (pónganse los residentes en w barrios) arroja un cierto valor K, la correspondencia entre A y B en los individuos y las familias que componen los grupos no tienen necesariamente que ser K, y no lo serán, excepto bajo circunstancias muy especiales.

Y así queda perfectamente definida la ley que se deduce de la falacia ecológica, que viene a ser, si nos fijamos en ella, una paradoja.

Es decir:  si estudiado ecológicamente (es decir, en masa) el grupo de los europeos (n) que viven en toda Europa (w) que tienen existiendo entre ellos el rasgo sueco (A), se demuestra que los que lo tienen también adquieren el rasgo rubio (B) en un 90%, (K), el rasgo sueco (A) y el rasgo rubio (B) NO tienen necesariamente que aparecer asociados al 90% cuando el estudio se hace individualmente, y no aparecerán, excepto bajo circunstancias muy especiales.

Y aquí está el problema: la falacia es ecológica (porque se refiere a estudios ecológicos, es decir, amplios de población), pero no tiene necesidad de ser lógica. Parece lógico decir que si un 90% de los europeos que son rubios son suecos, el 90% de los europeos que se tomen en un estudio individual y que sean rubios también, deberían ser suecos, y el 90% de los que sean suecos deberían ser rubios, ya que caen dentro del grupo, pero la verdad es que NO tiene por qué ser así. Es simplemente producto de una observación empírica, y el resultado como tal no tiene obligación lógica de sujetarse a las leyes de la lógica. Por eso es un error utilizarla directamente como premisa en una sucesión que pretenda ser lógica.

Es de ver que, para que el sentido de la paradoja ecológica se mantenga, no podemos perder de vista la asociación entre A y B, y no confundir ninguno de estos rasgos con el grupo n; es decir, que si hemos llamado A al rasgo sueco B al rasgo rubio, el grupo n es el grupo de los europeos, que no podemos identificar como lo mismo que el rasgo Asueco, sino como dos parámetros que pueden ser coincidentes, aunque siempre diferentes.

Así, por ejemplo, una cosa sería ser suecos como grupo, diferente de suecos como rasgo, y ambos debemos respetarlos separados desde el principio al final de la ley, tal y como nos lo muestra Thorndike en la cita. Para que se vea, estudiada para el grupo exclusivo de los suecos, la afirmación anterior quedaría así:

Si estudiado en masa el grupo de los suecos (n) que viven en Suecia (w), en medio de los cuales cunde el rasgo ser sueco (A), demuestra que éste coincide son ser rubios (B) en una relación de un 90% (K), el rasgo sueco (A) y el rasgo rubio (B) no tienen necesariamente que aparecer asociados al 90% cuando cada persona del grupo de los suecos se estudia individualmente, y no aparecerán excepto bajo circunstancias muy especiales.

Que coincida el rasgo con el grupo elegido, sería sólo una de las muchas situaciones especiales que se pueden dar en el conjunto de estudio. Como veremos más adelante, la paradoja ecológica no tiene resultados fijos, y existen incluso fórmulas que más o menos regulan las conclusiones.

Otro ejemplo: llamemos A a las triazinas, B al cáncer de mama, y w a tu comunidad, cuya agua tiene triazinas. Aplicado a la explicación de la falacia ecológica en el artículo citada más arriba: si un estudio de la totalidad (ecológico) de tu barrio w muestra una relación K entre las triazinas A y la incidencia del cáncer de mama B, la atención a los casos personales e individuales, o en grupos pequeños, que supone un estudio de cohorte no tiene por qué mostrar la misma relación K entre las triazinas A y el cáncer de mama B que mostró el estudio ecológico. Es más, no lo hará, excepto bajo circunstancias muy especiales.

Dicho de otro modo: los estudios sobre grandes grupos muestran resultados que, en los estudios individuales, no se aprecian sobre cada caso en particular, y viceversa. Que las triacinas observadas actuando sobre grandes poblaciones muestren causar cáncer de mama y estén en el agua de tu comunidad, no es necesariamente prueba para acusarlas a ellas del cáncer de mama que tú padeces. Que el rasgo sueco observado en el grupo de los suecos muestre asociación con el rasgo rubio, no es necesariamente prueba para decir que él es el causante de que tú, que perteneces al grupo de los suecos, seas rubio también.

Abusos de la falacia ecológica


Además de advertir, como ya venimos haciendo (lo cual motivó estas entradas), que se ve por ahí llamarle falacia ecológica a cosas que no lo son, debemos puntualizar unas cuantas utilizaciones erróneas o sofísticas de la misma.

En primer lugar: no conservar los rasgos como tales y confundirlos con los grupos, que es lo que ha llevado a confundir esta falacia con un alegato contra los estereotipos (que, como habíamos dicho en la entrada anterior del blog, no son motivo de estudio de la lógica sino de la psicología). Sin comentarios.

En segundo lugar, recordar que la falacia ecológica, a pesar de su nombre de falacia, no es una figura lógica, sino una ley observada en estudios estadísticos. Adviértase que, a pesar de la conclusión que la falacia implica, el resultado no es concluyente para todos los casos, pues se nos dice: la correspondencia entre A y B en los individuos y las familias que componen los grupos no tienen necesariamente que ser K, y no lo serán, excepto bajo circunstancias muy especiales. De modo que sí es posible que, en ciertos casos, esa correspondencia exista. De hecho, se puede incluso calcular si es necesario que exista.

Es más, cabe advertir que la relación entre las correspondencias entre rasgos descubiertas por un estudio ecológico y las correspondencias entre los mismos rasgos arrojadas por un estudio individual sobre las mismas poblaciones, no son totalmente azarosas ni caprichosas, sino que, como la aleatoria, se sujetan a fórmulas. Por ello, no puede utilizarse esta denominada falacia como si fuera una figura lógica para negar rotundamente la mayor sin estudiar antes las circunstancias en las que la estamos aplicando. No podemos decirque los suecos observados en masa se demuestre que son rubios, NO ES prueba de que cada sueco observado individualmente tenga que ser rubio por ser sueco, porque, bajo especiales circunstancias, sí podría serlo.

Al contrario de lo que muchos usuarios de esta falacia pretenden al invocarla para volverla en sofisma a su favor, la misma no implica ni pretende implicar para nada que los resultados obtenidos por los estudios ecológicos masivos deban ser desechados por falsos porque no se puedan apreciar en cada uno de los seres individuales sometidos a los estudios pormenorizados. Simplemente se limita a eso: a establecer que los resultados observados en los estudios grandes (ecológicos) no tienen por qué reflejarse en todos y cada uno de los ejemplares de la población estudiados individualmente.


  • Por ejemplo, no es admisible interpretarla así: las triazinas no provocan cáncer porque, aunque así se ve en los estudios ecológicos, los estudios individuales no demuestran una asociación entre triazina y cáncer. Más bien al contrario, habría que hacerlo así: las triacinas sí provocan cáncer, pues así lo demuestran los estudios masivos, pero en los estudios pormenorizados no se puede constatar esto en cada uno de los casos individuales tomados.
  • E igualmente, por ejemplo no se puedelos suecos no son rubios porque, aunque según los resultados de los estudios ecológicos se ve que sí, resulta que esto no tiene por qué reflejarse en los estudios individuales. Más bien al contrario, como ya hemos mostrado más arriba, establecería: los suecos son rubios porque todos los estudios ecológicos así lo demuestran, pero esto no es prueba de que todos y cada sueco tomado individualmente sea rubio.

Así pues, concluyo que el diccionario IQB parece tener más razón que la Wikipedia, y alguien tendrá que corregir ésta.

Hechos y suposiciones sobre la "Falacia Ecológica"

La Falacia Ecológica


En otro artículo analicé el significado del término específico prueba diabólica. En esta entrada le toca el turno a otra expresión de ésas que igualmente ha sido tomada en usufructo de un ámbito diferente al de la lógica para introducirlo en ésta de un modo a veces arbitrario para simplemente dar rimbombancia o aparente seriedad a algún paso que pudiera resultar sospechoso dentro de un determinado proceso de razonamiento no avalado por la teoría de la argumentación. Como ya saben por el título, me refiero a la expresión falacia ecológica.

Me referiré a un error en la Wikipedia, pero antes de que el lector proceda sobre el texto que sigue, quisiera advertirle de algo muy importante: constituiría una falacia en sí mismo, el razonamiento de que, porque la fuente que la Wikipedia utiliza como supuesta documentación para definir lo que es la falacia ecológica no coincida con lo que ella define como tal, ya ella se equivoca en lo que es la falacia ecológica. Obviamente, la naturaleza del funcionamiento de esta enciclopedia en línea permite suponer que la equivocada pueda ser la fuente citada, mientras la Wikipedia haber basado su información en otra documentación distinta que luego no cita.

En lógica, una falacia es un razonamiento erróneo. Aunque algunos no diferencian entre falacia y sofisma, lo cierto es que propia y técnicamente sí se trata de figuras diferentes. Según Catenacci, Cuando el uso de la falacia es intencional, se le suele llamar «sofisma», y a las falacias no intencionales se las llama «paralogismos» (Ver Catenacci, J. I., Introducción al Derecho, Buenos Aires: Astrea, 2006, p. 333).


No es un término lógico.


Ya de entrada, uno se pregunta por qué se llama así. Y es que el término falacia ecológica no procede de la Lógica. Falacia, sí; pero ecológica no es un término específico de esta disciplina filosófica.

Según este artículo de la revista biomédica del Instituto Nacional de Salud de Colombia, la falacia ecológica, descrita por Thorndike en 1939 y por Robinson en 1950, consiste en llegar a conclusiones sobre los individuos con base en datos de la población a la que pertenecen.

Así pues, falacia ecológica no es un término lógico, sino que es un término médico referido al ámbito de la patología epidemiológica. Por tanto, como tal término médico que es, si queremos informarnos completamente sobre ella y su significado, en principio no deberíamos ir a hacerlo en la Lógica, sino en la Medicina. Y así es exactamente como empieza la propia Wikipedia , que lo documenta en este diccionario de terminología médica, en el que posteriormente tendremos que constatar si se corresponde con alguna concreta de las figuras que llamamos falacias en Lógica.

Dicho de otro modo: si habláramos de falacia en Lógica, nos estaríamos refiriendo a una concatenación de premisas falsa. Pero aquí estamos en Medicina, de manera que si queremos saber a qué se refiere, habrá de ser a esta disciplina a quien le preguntemos qué quiere decir con falacia ecológica.

Dicho diccionario online define falacia ecológica como la falsa suposición de que la presencia de un factor patógeno y una enfermedad en una población pueden aceptarse como prueba de que el agente es la causa de la enfermedad en un determinado individuo.

Como ya he dicho, este diccionario es la única referencia aportada como base para el artículo Falacia ecológica de la Wikipedia, que es la fuente de información más ampliamente utilizada en Internet. Ya de entrada se observa que el artículo de la Wikipedia es bastante más extenso que lo que nos explica la fuente, con lo cual uno se pregunta de dónde sale toda la información extra que la entrada aporta; dónde está la documentación para establecer que un caso particular de la Medicina siente cátedra en Estadística y en toda la Lógica en general, como se afirma, y no puede por menos que asaltarle la duda de si la entrada no habrá sido escrita ad hoc para documentar algún determinado trabajo según convenga al autor. Es decir, que alguien pueda haber utilizado el término falacia ecológica para crear un sofisma.

Es un término sanitario.


Lo primero que haremos es entender bien la definición de "falacia ecológica" en el diccionario médico para establecer si efectivamente, desde el punto de vista lógico filosófico o matemático, presenta la misma construcción esquemática o formal que explica el artículo de la Wikipedia.

Nos llama la atención que el término sanitario no define un falso proceso de razonamiento, la concatenación de premisas de que hablábamos arriba como definición de falacia, sino una falsa suposición. Una suposición no es una argumentación, que en lógica es un argumento; sino un argumento, el cual en Lógica es una premisa. No se le exige proceso lógico implicado en su aparición, sino que es directamente una creencia tomada como verdad de partida, por ejemplo un axioma, o un paso dentro del proceso de razonamiento. En cambio, una falacia en Lógica se toma por cierta porque su proceso de razonamiento nos engaña; no así la falacia ecológica médica, que se supone cierta como axioma, por principio para sacar otras conclusiones. Hemos encontrado la primera gran diferencia del término médico con el lógico. Ya sólo esta circunstancia bastaría para afirmar que el término falacia ecológica según el Diccionario Médico no tiene equivalente en Lógica y que, por tanto, es sospechoso de haber sido traído a ésta falsamente en la Wikipedia; es decir, con objeto de establecer algún sofisma revestido de supuesto tecnicismo. Pero todavía carecemos de la información suficiente.

El artículo de la Wiki es engañoso.


La conclusión más obvia de esto con respecto al artículo de la Wikipedia es que es inconsistente con sus propias definiciones, porque al aportar como fuente la definición que da el Diccionario Médico para la falacia ecológica, está dando inadvertidamente por válido el término falacia con un significado diferente a lo que ella misma entiende por tal en su propio artículo sobre la falacia. Mientras el diccionario médico define a la falacia ecológica como una falsa creencia, la wikipedia define falacia como un argumento. Estas distinciones que en el lenguaje "de andar por casa" podrían parecer nimias, tienen mucha importancia a la hora de dar a los vocablos la precisión científica que debería suponérsele a una Enciclopedia seria.


Veámoslo desde otro punto de vista.


Lo descrito hasta ahora parece tan obvio y burdo que nos interesa seguir estudiando el término por si pudiéramos descubrir en la "falacia ecológica" algún paralelo con alguna de las verdaderas falacias descritas en Lógica y poder determinar por qué resquicio se le pudo ocurrir a alguien que pueda ser definida como un proceso formulable académicamente catalogado en Filosofía. A partir de aquí olvido todo lo que he dicho hasta ahora y sigo analizando la definición médica con objeto de llegar a entender en profundidad si realmente supone algún proceso de razonamiento que pueda ser definido técnicamente como una falacia en Filosofía; y, si es así, de cuál de ellas se trata.

Al leer cuidadosamente la definición dada, llama la atención que existe un posible anacoluto en la misma, derivado de la utilización de la palabra agente. Este término nos remite a un antecedente, y hay otras dos posibles palabras como candidatas a serlo: el factor patógeno y la enfermedad. Puede tratarse de una o de ambas cosas a la vez. Para ello, suponiendo coherencia al diccionario, necesitamos saber en qué consiste cada uno de los conceptos según él mismo.

Agentepoder o sustancia que actúa sobre el organismo.

Factor: cualquier sustancia o actividad necesaria para producir un resultado. Una de dos o más variables que multiplicadas entre sí forman un producto. Un gen (factor hereditario).

Patógeno: No aparece, ni tampoco el término factor patógeno. Poco dice esta falta de soporte para su propia terminología, a favor de la seriedad de este diccionario. Sí aparece patología, pero para asociarla con patógeno/a por parte de un lego en Medicina debería hacerse intuitivamente, lo cual no es científico. Según uno de los diccionarios más autorizados que podemos encontrar en línea, el Diccionario Médico de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, se define germen patógeno como microorganismo capaz de causar enfermedades, como las bacterias, hongos y virus.

Enfermedad: cualquier cambio en el estado de salud de todo un organismo o de una parte del mismo de tal forma que no puede llevar a cabo su función normal. Se debe por una pérdida de la homeostasia en alguna de las partes del mismo ¿? [Sigue sin parecer serio este diccionario. Además de la evidente mala expresión de la última frase, se refiere en ella a un término que no existe, y toda ella suena a alguno de los métodos denunciados como pseudocientíficos, como la homeopatía o la radiestesia.]

Parece claro que hablamos de la presencia de una enfermedad, ya se manifieste en la población o no (es decir, simplemente que exista el microorganismo u otro agente que la produzca aunque nadie esté enfermo en un momento dado). Se trata, pues, de ambas cosas a un tiempo: el agente patógeno y la enfermedad que el mismo genera en el organismo humano.

Aclarado este punto, retomaremos la definición de la falacia ecológica según el diccionario médico y la reformularemos de varias formas diferentes para contemplarla desde diversos aspectos y puntos de vista, de modo que podamos hacernos una mejor idea de todas sus connotaciones.

a) (Definición de partida) La "falacia ecológica" es la falsa suposición de que la presencia de un factor patógeno y una enfermedad en una población pueden aceptarse como prueba de que el agente es la causa de la enfermedad en un determinado individuo.

b) Por tanto, es VERDAD la negación de la falacia; es decir, que la suposición verdadera consiste en afirmar que la presencia de un factor patógeno y una enfermedad en una población NO pueden aceptarse como prueba de que el agente es la causa de la enfermedad en un determinado individuo.

c) Reformulación de la verdad: Si determinado individuo está enfermo y padece determinada enfermedad que de alguna forma está asentada en la población a la que pertenece ese individuo, NO podemos afirmar que el individuo haya contraído la enfermedad porque ésta exista en su población.

d) Reformulación diferente: si una persona contrae una enfermedad que existe entre sus compañeros de población, es posible que la haya contraído por una causa ajena a este hecho. Por ejemplo, pudo haberla contraído en otra población, o bien por haber entrado en contacto con algo o alguien procedente de otra población, etc.

Y así podemos seguir...


Es de observar:


1) Que la falacia ecológica, según la define el Diccionario Médico aportado como fuente, no afirma que la población esté enferma en ningún modo, ni habla de porcentajes según se extiende la Wikipedia. Sólo se refiere a la existencia de una enfermedad en determinada comunidad.

2) Sería falacia ecológica que yo dijera que ese enfermo que haya mañana lo esté porque la enfermedad (estuviera manifiesta o no) existe en la comunidad. Puede haberla contraído de otro modo.

3) Como conclusión de que la falacia ecológica sea una falacia; es decir, mentira (y siempre trabajando sobre dicho Diccionario Médico), se extrae que cuando hay una enfermedad en medio de una población, el hecho de que un miembro de la comunidad enferme de tal enfermedad no es necesariamente causado por la existencia de tal enfermedad en tal población.

3) Expresada esa verdad de manera más universal: el hecho de que entre nosotros exista una persona X capaz de causarle Z a alguien, no implica necesariamente que si a alguien le ocurre Z, haya tenido que ser causado por X.

Llegado a este punto, uno se para y se pregunta ineludiblemente:

¿QUÉ DIABLOS TIENE QUE VER LO QUE DICE LA WIKIPEDIA CON LO QUE ES LA "FALACIA ECOLÓGICA" SEGÚN EL ARTÍCULO QUE CITA COMO FUENTE? ¿DE DÓNDE RAYOS HAN SACADO TODA ESA SUPUESTA INFORMACIÓN?

Regresaré sobre el tema porque no he acabado todavía con la falacia ecológica...